Federación Ecologista

Génesis de la coordinación ecologista

A mediados de diciembre de 1976 España estaba en pleno clima preelectoral, tras aprobarse la reforma de las leyes fundamentales del régimen franquista. En cualquier momento se convocarían las primeras elecciones de la democracia. Cada semana se fundaban varios partidos políticos. El PSOE, fundado en el siglo XIX, se formalizó de nuevo legalmente el 17 de febrero de 1977. Ibamos ya por cien partidos de nuevo cuño registrados, que llegarían a 150, cuando, en medio de aquella fiebre democrática, tras cuarenta años de asueto, dos abogados catalanes y un periodista madrileño legalizaron el Partido Ecológico y anunciaron que Rodríguez de la Fuente se pondría al frente del mismo.

Fue en aquel crítico momento cuando, al ver mis artículos en El País, entró en contacto conmigo el periodista José Manuel de Pablos, secretario general del grupo Aepden, además de redactor del diario ABC.

Habían comenzado a organizar una reunión de ONG ecologistas regionales para salirle al paso al Partido Ecológico fantasma. La asamblea general acabó celebrándose en Valsaín, en junio de 1977, con una segunda sesión en Cercedilla, en octubre de 1977. 

Asistía a las reuniones para informar desde El País de lo que ocurría alrededor del ecologismo. Como miembro promotor que había sido en 1971 de la asociación ANA de Asturias, y aunque esta entidad no era en 1977 ni la sombra de lo que había sido tres años antes, mi presencia en las reuniones permitió incluir a la región de Asturias en la lista de entidades y territorios vinculados a la iniciativa de promover una federación.

Ya antes se habían celebrado las convenciones de Navarra, en 1974, y de Oviedo, en octubre de 1975. La muerte del dictador Francisco Franco, había diluido aquellas primeras iniciativas, de modo que el centenar de jóvenes activistas de Aepden actuaban como si todo acabara de empezar. No asociaban su labor a lo realizado antes del final del franquismo.

Joaquín Araújo y José Manuel de Pablos habían fundado Aepden a finales de 1976 por considerar que la SEO y Adena, primeras entidades conservacionistas creadas en España, en 1954 y 1968, no enarbolaban la bandera ecologista de la forma beligerante que ellos pensaban requería el momento histórico que vivía España. Esto podía ser cierto en el caso de la SEO de Bernis, pero no en la Adena de Félix. Como veremos más adelante, Rodríguez de la Fuente desplegó entre 1977  y 1978 un discurso y una acción conservacionista aún más directa de la ya de por sí beligerante que mantuvo a lo largo de toda su vida con los destructores de la naturaleza. La diferencia de su labor respecto a otras voces que clamaban por la cordura, era que su opinión pesaba, y mucho, en las altas esferas del poder además de en la opinión pública. Sus propuestas contaban.

El Partido Ecologista presentó una sola candidatura, al Senado por Madrid, y obtuvo 41.901 votos. Fueron muchos, si se tiene en cuenta la campaña en su contra que hicieron el movimiento ecologista y Rodríguez de la Fuente. El propio candidato, con un discurso inconsistente, no ayudó a conseguir votos. Su resultado, a pesar de todo, da idea de lo que hubiera sido si llega Félix a hacer la campaña con candidaturas en toda España. Pero la operación para impedir su entrada en la escena política fue contundente. Una vez neutralizada la posibilidad de que el ecologismo accediera al poder tras la dictadura, con Félix al frente, los dirigentes de la ONG Aepden que no fueron cola de león, se reunieron en Valsaín, Segovia, a ver si podían llegar a ser cabeza de ratón.

Finalmente, el día 15 de junio de 1977 España votó. Los tres partidos de izquierda importantes sacaron 7.898.338 votos. Los dos partidos más grandes de la derecha 7.815.162. Un empate en votos, que no en diputados, lo que impidió desbancar a la derecha del poder debido al modelo de reparto de escaños, que aún a día de hoy sigue favoreciendo al mundo rural, bastión del Antiguo Régimen neolítico más reaccionario.

La crónica que redacté sobre el congreso de la Granja y Valsaín salió horriblemente mutilada por falta de espacio. Alguien en la vorágine del cierre la cortó brutalmente, quedando este texto:

28 junio de 1977.
La Federación del Movimiento Ecologista

«En el entorno natural de la Granja y Valsaín se han reunido los días 24, 25 y 26 de junio de 1977, varios grupos ecologistas de defensa de la naturaleza, así como entidades y personas independientes, preocupados todos ellos por la degradación actual de nuestro patrimonio. 

A dicha reunión asistieron 38 sociedades de los diferentes puntos del país, que durante estos días y en asamblea permanente y abierta han decidido crear la Federación del Movimiento Ecologista.» 

Así comienza el comunicado de esta reunión del movimiento ecologista español que, para lograr una entidad lo más representativa y abierta posible, celebrará los días 17 y 18 de septiembre un congreso constituyente.

Me quejé al Jefe de Sección. En compensación me dieron la última página del periódico del sábado siguiente. Publiqué en tan excepcional y codiciado emplazamiento del diario el manifiesto aprobado por la asamblea del movimiento ecologista en Cercedilla:

02 julio
El aire, el agua y el suelo, patrimonio de todos

El ecologismo ha dejado de ser un movimiento de minorías románticas para constituirse en una fuerza social capaz de aglutinar a amplios sectores de nuestra sociedad y de dar alternativas a problemas que afectan a todos los seres humanos por igual. La contaminación, la escasez de recursos, la tensión continua de nuestras relaciones, la destrucción de la naturaleza, el medio ambiente y la calidad de vida son analizados en este primer manifiesto del Movimiento Ecologista.

Ante la confusión creada por los diversos intentos de manipular y capitalizar los objetivos y acciones del Movimiento Ecologista, como ocurre con el llamado Partido Ecológico Español, los ecologistas han visto la necesidad de analizar las características comunes del movimiento y crear una estructura coordinadora adaptada a la realidad del mismo. Para ello, delegados de 38 grupos ecologistas se reunieron en La Granja–Valsaín (Segovia), durante los días 24, 25 y 26 de junio, para constituir la Federación del Movimiento Ecologista. Con el fin de lograr una entidad lo más representativa posible, el próximo mes de septiembre se celebrará un congreso constituyente, al que se espera asistan la totalidad de los grupos ecologistas de nuestro país. Las directrices fundamentales del Movimiento Ecologista, pendientes de la aprobación definitiva en el futuro Congreso, han sido dadas a conocer públicamente en una rueda de prensa celebrada ayer en la sede provisional del secretariado de la Federación del Movimiento Ecologista, sita en Madrid, calle Campomanes, 13. A continuación publicaba íntegro el manifiesto ecologista en aquella última página del diario, la más leída después de la de portada: Ver: “Manifiesto ecologista” El Pais. Sábado, 2 de julio de 1977. https://elpais.com/diario/1977/07/02/ultima/236642401_850215.html

 

La publicación de este manifiesto en la última página del diario El País, fue impactante. Hizo que varios militantes de ultra izquierda, que quince días antes habían visto no tener futuro electoral, decidieran inscribirse en la asociacion Aepden. Durante todo el verano se estuvo preparando la gran asamblea del Movimiento Ecologista.

Por si la llamada de la última página del 2 de julio no hubiera sido suficiente, a primeros de agosto aún saqué este recordatorio para intentar reunir el mayor numero de asistentes en el congreso de Cercedilla: 

05 agosto de 1977.
Congreso del Movimiento Ecologista

Los días 17 y 18 del próximo mes de septiembre se celebrará en la Residencia de Prácticas de la Escuela de Ingenieros de Montes, situada en el bosque de las Dehesas, en Cercedilla (Madrid), el congreso constituyente de la Federación del Movimiento Ecologista.

La celebración del congreso fue decidida por las 38 asociaciones que asistieron a la reunión del Movimiento Ecologista, celebrado a finales del pasado mes de junio en el bosque de Valsaín (Segovia), quienes nombraron un secretariado provisional, compuesto por miembros de distintas asociaciones ecologistas, con la misión de organizar este congreso en el que se pretende participen ecologistas a título personal, grupos con problemas locales determinados, asociaciones de vecinos con problemas medioambientales, comisiones del medio ambiente de sociedades o entidades profesionales o culturales y asociaciones ecologistas dedicadas de lleno a la conservación, estudio y defensa de la Naturaleza, y medio ambiente. Todos los gastos de la organización del congreso han corrido a cargo del Colegio de Ingenieros de Caminos, Puertos y Canales, quienes a través de su presidente ha ofrecido toda su ayuda al Movimiento.

Siguiendo la costumbre de los ecologistas, el congreso celebrará sus sesiones al aire libre, en caso de que el tiempo lo permita, de lo contrario se utilizarán las instalaciones de la Escuela de Ingenieros de Montes. La víspera de la apertura se montará un campamento al aire libre en el que todos los participantes podrán instalar sus tiendas de campaña. Según el Secretariado Provisional del Movimiento Ecologista, la asistencia parece que será masiva, esperándose asistan prácticamente la totalidad de los grupos ecologistas del país. También se espera asista en calidad de invitado el ecologista francés Vincent Richet, secretario de relaciones exteriores de la Sociedad Amigos de la Tierra de Francia. De un modo general, el Movimiento Ecologista tratará la resolución de los problemas que el desequilibrio Naturaleza–Sociedad Industrial está generando en el entorno natural actual.

En este texto se da un dato revelador. José Antonio Fernández Ordoñez había entregado 100.000 de las antiguas pesetas a los dirigentes de Aepden para que organizaran el congreso de Cercedilla y la Escuela de Ingenieros de Montes les había cedido sus instalaciones de capacitación forestal en ese pueblo de la sierra del Guadarrama para celebrar el congreso constituyente de la Federación del del Movimiento Ecologista español.  Tras arrebatarle al ecologismo la posibilidad de haber entrado en política con Rodríguez de la Fuente al frente, desactivado el peligro ayudaban a dar protagonismo a ecologistas que nunca serían un peligro electoral. 

Félix manifestó su deseo de asistir a aquella reunión, pero Joaquín Araujo, empleado suyo a la vez que presidente de Aepden, le advirtió de que muchos de los asistentes a la misma no verían con agrado su presencia.

En septiembre de 1977, dos días antes de la gran asamblea del movimiento ecologista, saqué una página sobre los motivos que la suscitaban:

12 septiembre de 1977.
Frente único ecologista

España puede convertirse en un paisaje lunar antes de un siglo de no tomarse soluciones urgentes y realistas. El 25% de nuestra superficie sufre fenómenos graves de erosión. Cada año se pierden aproximadamente unas doscientas toneladas de tierra por hectárea. A esta acción natural de la atmósfera hay que añadirle la acción artificial del hombre sobre el paisaje, que está promoviendo unas cotas alarmantes de degradación del medio ambiente. De este problema han tomado conciencia los grupos ecologistas españoles y han decidido organizarse en un frente único, para lo que van a celebrar este fin de semana –sábado y domingo– en el bosque de las Dehesas (Cercedilla), su primer congreso constituyente.  

Hay una gran confusión sobre lo que es el Movimiento Ecologista en España. Su complejidad hace imposible una definición, pero lo que sí parece estar bien claro es que el ecologismo no es una nueva ideología ni los ecologistas un nuevo partido político. Podría hablarse de una actitud vital, latente en todos los seres humanos, que propugna restaurar y mantener el equilibrio natural del ser humano consigo mismo y con su medio ambiente.En las últimas décadas, el hombre ha transformado su entorno a una velocidad vertiginosa. Su ansia de progreso motivó la puesta en marcha de ciertos planes y tecnologías antes de averiguar los efectos finales d e los mismos. Las equivocaciones de este crecimiento alocado, que en España alcanzó niveles de surrealismo, son la causa del deterioro en el que se encuentra nuestro planeta.

La característica más notable de la degradación del medio ambiente es la rapidez con la que se está produciendo. Es posible que este factor haya sido el culpable de que partidos que tradicionalmente hacen suyas las reivindicaciones populares, no sugieran incorporar a sus programas políticos este espíritu de resistencia a la destrucción del entorno que caracteriza a los ecologistas. Con ello se les obligó, prácticamente, a crear su propia organización. Así nació una nueva fuerza social llamada Movimiento Ecologista, de cuyo empuje y vitalidad hemos tenido diversas demostraciones en los últimos meses. El ecologismo se ha confundido en ocasiones con posturas apocalípticas, con el retorno a las cavernas, con la negación de los avances técnicos, pero el afán de los ecologistas no es ir contra el desarrollo de nuestra civilización sino contra la actuación de los que en nombre de un pretendido «progreso» se apropian de la naturaleza, el medio ambiente y la calidad de vida, y los destruyen según sus intereses personales. Cada atentado urbanístico, cada foco de contaminación atmosférica, acústica o hidrológica, cada agresión al paisaje, a la fauna o a la flora de nuestra geografía, fue despertando la conciencia de las personas más sensibles a la convicción de que el hombre no debe romper con la armonía de la naturaleza, incrustada en nuestro patrimonio genético, por mucho que el actual sistema de vida intente acostumbrarnos a lo contrario. Es en esta actitud en la que los ecologistas se han basado para identificarse y organizarse en diversas, asociaciones que independientemente unas de otras han ido surgiendo a lo largo de los últimos diez años.

Actualmente, el Movimiento Ecologista es como una ameba que se estira y se retrae según las condiciones de cada momento. Es un movimiento de base, espontáneo pero organizado. Surge allí donde surge el atentado ecológico. No tiene líderes definidos, ni los necesita, ya que, el protagonismo es de los que luchan. El Movimiento Ecologista que hoy intenta constituirse en una federación de todos los grupos ecologistas, no aspira al poder político, y por tanto, nunca podría adoptar la forma de partido, tal como pretendieran un pequeño grupo de oportunistas, ajenos al movimiento ecologista, fundando el llamado Partido Ecológico con motivo de las últimas elecciones al Parlamento. El ecologismo no aspira a ser ideología porque está por encima de ellas en su empeño de unir a los hombres ante la amenaza más grave de todos los tiempos: la destrucción de la Tierra. Como todo lo que nace espontáneamente, los grupos ecologistas se han multiplicado por todo el país sin que en un principio mantuvieran conexión entre sí. Cada zona fue constituyendo sus asociaciones propias e independientes. en las que se fueron agrupando personas preocupadas por la degradación de la naturaleza.Pioneras fueron Aeorma (Asociación Española de Ordenación del Medio Ambiente) fundada en Madrid, en 1970, por un grupo de intelectuales naturalistas, suponiendo la primera alternativa seria a Adena (Asociación para la Defensa de la Naturaleza), fundada en 1968 de carácter eminentemente oficialista, entre cuyos miembros destacaron su primer presidente, don Juan Carlos de Borbón y el actual vicepresidente Félix Rodríguez de la Fuente, y que desde su fundación se ha caracterizado por intentar defender la naturaleza sin atreverse a atacar frontalmente a quienes la destruyen. Tanto Aeorma como Adena son las únicas asociaciones de defensa de la naturaleza de carácter nacional, el resto de los grupos han ido naciendo con un marcado matiz regionalista.

Anan (Asociación Navarra de Amigos de la Naturaleza), fundada en 1971 por un pequeño grupo de naturalistas, fue uno de los primeros intentos de defender la naturaleza a escala local. Por aquellas fechas nacía Ascan (Asociación Canaria de Amigos de la Naturaleza) y en 1972 era fundada Ana (Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza). Estos grupos establecieren contacto con otras entidades que venían preocupándose por el estudio de la naturaleza, tales como la Institució Catalana d’Historia Natural o diversas comisiones de defensa de la naturaleza de diversos organismos y escuelas universitarias. En 1974 Anan organizaba la I Convención Nacional de Asociaciones de Amigos de la Naturaleza. La segunda convención tuvo lugar al año siguiente en la sede de Ana, en Oviedo. La tercera, cuya organización fue encomendada a Aeorma para el año 1976, no llegó a tener lugar al sufrir dicha asociación una fuerte crisis interna. El movimiento ecologista estaba en marcha. En 1973 se habían fundado Anse (Asociación de Naturalistas del Sureste) y Anao (Asociación de Naturalistas de Andalucía Oriental). En 1974 dieron su primeros pasos Asdeman (Asociación Salmantina de Estudios del Medio Ambiente y de la Naturaleza Aexan (Asociación Extremeña de Amigos de la Naturaleza), GOB (Grupo Ornitológico Balear), Adega (Asociación para la Defensa Ecológica de Galicia), así como una multitud de comisiones de defensa de la naturaleza.

En los últimos años se fundaron diversas asociaciones que han destacado por su gran vitalidad. Así, Depana (Liga para la Defensa del Patrimonio Natural) en Barcelona, Aepden (Asociación de Estudios y Defensa de la Naturaleza) y Gato (Grupo Abierto de Ordenación del Territorio), ambas en Madrid. También Andalucía ha experimentado una gran actividad asociativa con la fundación de Dema (Defensa del Medio Ambiente), en Málaga, y Andalus y Averroes, en Sevilla. La culminación de este largo proceso asociativo es la que tendrá lugar con la constitución de Ia Federación del Movimiento Ecologista que intentará unir a todos estos grupos, a los que habría que añadir las distintas comisiones de afectados por instalaciones nucleares, así como las surgidas en defensa de problemas muy concretos, y que tendrá como meta crear una estructura organizativa capaz de potenciar los esfuerzos individuales de las distintas asociaciones, a la vez que ofrecer un interlocutor representativo y válido, del movimiento ante la Administración Pública y ante las instituciones privadas.

Hoy he de decir que erraba en el análisis. No conocía entonces la labor conservacionista desplegada por Félix Rodríguez de la Fuente, tanto en la radio como en Adena, la CIMA y cuantos foros intervenía. 

Así que desde aquí corrijo lo dicho en el artículo anterior y espero, con este libro y otros que vengan, poder dejar el testimonio de lo comprometida que fue su labor.

Se reunieron medio millar de personas en Cercedilla. Fue una torre de Babel. Los fundamentalistas se enzarzaron en matizar hasta la última coma de unos estatutos que pusieran en marcha una federación que los aglutinara a todos, lo que se vio iba a ser inviable: 


20 septiembre de 1977.
Constituida la Federación Ecologista

Medio millar de ecologistas se congregaron durante el pasado fin de semana en el bosque de las Dehesas de Cercedilla, en la sierra de Guadarrama, para celebrar el congreso constituyente de la Federación del Movimiento Ecologista. En total fueron 64 las asociaciones y grupos ecologistas presentes en el congreso y que, junto a numerosos independientes, aprobaron tras largos debates los estatutos de esta Federación, cuyo objeto específico es lograr una constante labor de gestión como centro de coordinación, enlace, servicios, relaciones, acciones y de todo tipo de datos de interés, tanto procedentes de sus componentes como del exterior. (…)

La primera sede de la secretaría ha sido emplazada en Barcelona y sus componentes, pertenecientes a seis asociaciones ecologistas catalanas, se encargarán de organizar en un plazo máximo de medio año el primer congreso de la Federación del Movimiento Ecologista. 

Entre otros temas, los asistentes acordaron dirigirse a la comisión parlamentaria encargada de elaborar la ponencia de la Constitución para que en ella queden definidos los derechos de las personas al disfrute y uso público de la naturaleza y el medio ambiente. 

También se tomó la decisión de denunciar las leyes inoperantes en relación a la defensa del entorno y de potenciar la campaña de oposición al Plan Energético Nacional y exigir una moratoria de cinco años en la construcción de centrales nucleares, así como iniciar una gran campaña antinuclear a nivel del Estado. En otras sesiones se analizaron ponencias sobre temas como la contaminación urbana, la degradación de áreas naturales y se intercambiaron experiencias sobre las luchas llevadas a cabo por las diversas asociaciones y grupos antinucleares y de defensa de la naturaleza, ahora encuadradas en la Federación del Movimiento Ecologista.

Colaboración entre países europeos
Entre los asistentes al congreso constituyente de la Federación del Movimiento Ecologista del Estado español destacó la presencia de Vicent Richet, encargado de las relaciones internacionales de la Confederation d’Amis de la Terre. Ello supuso un apoyo moral para los grupos ecologistas españoles que tras largos años de lucha y esfuerzos han logrado equiparar su movimiento al de los ecologistas europeos.

«La situación del ecologismo español –declaró a EL PAIS Vicent Richet– es similar a la del francés en 1974, cuando tras la campaña electoral de René Dumont a la presidencia, los grupos que habíamos apoyado aquella candidatura decidimos constituir la Federación del Movimiento Ecologista francés. Aquel intento fracasó pero las distintas asociaciones de Amis de la Terre dispersas por Francia decidimos confederarnos. En estos momentos nuestra confederación agrupa a unas cien asociaciones. La Federación constituida en Cercedilla es por sus características muy similar a la francesa. Vicent Richet destacó sobre todo el aspecto espontáneo de los grupos que la integran, constante que también se ha repetido en el movimiento ecologista francés.

Respecto a la posibilidad de una colaboración a nivel internacional entre los distintos movimientos, Richet afirmó: «Los movimientos ecologistas tienen una fuerte vocación internacional, basada en que la naturaleza no tiene fronteras. Actualmente, lo que podría denominarse algo así como la Internacional Ecologista se limita a los países de la CEE, aunque mantenemos estrechos contactos con otros movimientos tales como el norteamericano o el australiano. 

Lógicamente nuestra colaboración con la Federación Ecologista de España también será intensa; ahora bien, para integrarse plenamente en la estructura de nuestra organización europea sería preciso la integración de España en la Comunidad, ya que la organización existente está basada en el intercambio de información en el marco de la CEE. El organismo concreto que nos coordina es el Bureau Européen de l’Environnement, que comprende a cuarenta grupos procedentes de los nueve países de la Comunidad.»*

 * Benigno Varillas. “Federación Ecologista”. El País Martes, 20 de septiembre 1977. https://elpais.com/diario/1977/09/20/sociedad/243554403_850215.html